Partido Democrático Brasileño resta apoyo a Dilma Rousseff

Partido Democrático Brasileño resta apoyo a Dilma Rousseff -

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, decidió, en una cumbre partidaria que duró apenas 10 minutos, su salida de la alianza que gobierna Brasil, lo que complica la situación de la presidenta, Dilma Rousseff, y acrecienta las chances de que avance el juicio político en su contra que se trata en el Congreso.

La resolución fue adoptada por unanimidad por la dirección nacional del PMDB, la mayor fuerza política del país, e impone además que sus afiliados dejen sus cargos en el gobierno, con la excepción de Temer, donde quedan 6 ministros, luego de que anoche renunciara uno de ellos.

El titular de Turismo, Henrique Alves, se anticipó un día a la decisión del partido, y presentó anoche su renuncia, ya aceptada por Rousseff.

Todavía están con hombres del PMDB al frente las carteras de Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil y Ciencia y Tecnología. Deberán dimitir a esas plazas o arriesgarse a ser sancionados, inclusive con la expulsión del partido.

La reunión de la conducción pemedebista duró apenas 10 minutos y se votó una única moción, que pedía la "inmediata salida del PMDB del Gobierno, con la entrega de los cargos en todas las esferas del poder público federal".

El vicepresidente del partido, Romero Jucá, proclamó el resultado por "aclamación" y declaró que "a partir de hoy, de esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del Gobierno. La decisión está tomada. Viva Brasil", apuntó.

Los cerca de 150 dirigentes del PMDB presentes en la reunión se unieron en un coro que gritó durante unos minutos "Brasil presente, Temer presidente", en un claro y nada disimulado apoyo a un eventual juicio político contra Rousseff, cuyo trámite avanza en Diputados.

Temer, primero en la línea sucesoria en caso de una destitución de Rousseff, no estuvo en la reunión celebrada en Brasilia para "no mezclar las funciones institucionales de la Vicepresidencia con las cuestiones partidarias", según explicó el propio PMDB.

Tampoco participó el presidente del Senado, Renán Calheiros, otro de los más importantes dirigentes del partido, porque existen chances de que sea quien encabece el proceso de juicio político contra Rousseff.

Los votos que el PMDB tiene en el Congreso son claves para ese proceso de impeachment, porque -como primera minoría en las dos cámaras- puede desbalancear cualquier pulseada. Además, gobierna en siete de los 27 estados del país.

El peso partidario se ve en la misma línea sucesoria: además de Temer, se enrola en el PMDB el jefe del Senado, Calheiros; y el de Diputados, Eduardo Cunha, quien también tiene iniciado un proceso de juicio político por lavado de dinero.

Desde 03, la alianza con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) incluyó apoyo en el Congreso y la vicepresidencia de la República en los cuatro periodos: los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva, cuando el vice fue José Alencar, y los dos de Rousseff, que asumió en 2011 y lleva poco más de un año de su segundo Gobierno con Temer como vice.

Ese acuerdo de 13 años llegó hoy a su fin y puede precipitar el final del gobierno de Rousseff, desgastada por la gestión y el escándalo de Petrobras.

La conducta de la mandataria -cuestionada por irregularidades en los balances fiscales de dos periodos- es analizada por la Comisión Especial del Impeachment, que está trabajando a paso redoblado. Su decisión debe ser sometida a la consideración de los 513 diputados.

Para que prospere el juicio político, la oposición requiere una mayoría especial de 372 congresistas, número que con la decisión del PMDB parce seguro de lograr.
Si finalmente Rousseff fuera apartada del cargo, sería Temer quien ocupe la primera magistratura hasta el fin del mandato, el 31 de diciembre de 2018.

Esa chance fue alentada hoy por las grandes centrales empresariales de Brasil, lideradas por la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la mayor y más influyente patronal del país, que publicaron un manifiesto en favor del juicio político.

La publicidad, suscrita por las más de 400 entidades que apoyan la campaña "No voy a pagar el pato" contra el aumento de impuestos impulsado por el Gobierno, fue difundida en tres grandes diarios, en enormes espacios pagos.

"Vemos que el país está a la deriva. La hora del cambio es ahora. Decir sí al impeachment, dentro de los parámetros constitucionales, es decir no al descontrol económico", reza la propaganda.

Paralelamente, las centrales empresariales trataron de instalar un pato inflable de 20 metros de altura -equivalentes a un edificio de siete pisos- frente al Congreso Nacional en Brasilia, pero como no recibieron autorización decidieron colocar en los jardines de alrededor un total de 5.000 patos pequeños inflables y de peluche.

Otro que salió a dar por terminada la administración de Rousseff fue el líder y ex candidato presidencial del Partido de la Socialdemocracia, Aécio Neves, para quien “se acabó” el gobierno porque la salida del PMDB “cierra la tapa del cajón”.

Neves pronosticó además que la decisión del PMDB “va a llevar a que otros partidos aliados también se vayan del gobierno" y juzgó que como Rousseff "ha perdido toda condición" de mantenerse en el poder hasta el 2018 su salida es "irreversible".

En una conferencia de prensa que compartieron varios líderes de fuerzas opositoras, junto a Neves, el titular de Solidaridad, Paulinho da Forza, evaluó que “el gobierno terminó y el impeachment ya tiene más de 400 votos”. 

Fuente: Télam

Previous
Next Post »